domingo, 18 de abril de 2010

F1

Jenson Button se impuso en el
Gran Premio de Fórmula 1 de China




El campeón del mundo del año pasado fue el
que mejor solucionó los retos y el que acertó
con la mejor estrategia y se sitúa con su
McLaren como nuevo líder de la clasificación
general.
Button se impuso a su compañero de equipo
y compatriota, Lewis Hamilton, y el podio
lo completó el Mercedes del alemán Nico Rosberg.
El español Fernando Alonso colocó cuarto
su Ferrari por delante del Renault del
polaco Robert Kubica y del Red Bull
del alemán Sebastian Vettel.
Button, de 30 años, logró la novena victoria
de su trayectoria y la segunda del año tras
la de Australia. Disputados ya cuatro Grandes
Premios, lidera el campeonato con 60 puntos,
por los 50 de Rosberg y los 49 de Alonso y Hamilton.
"Es mi mejor triunfo. Fue una carrera
complicada, pero la afrontamos bien", dijo Button.
"En general estoy bastante satisfecho.
Ha sido un paso en la dirección correcta", señaló Rosberg.
Hamilton, siempre agresivo, quedó a sólo 1,5
segundos de su nuevo compañero y firmó el
primer doblete de McLaren desde Italia 2007.
"Jenson hizo una mejor elección de
neumáticos", admitió Hamilton el acierto de Button.
El agua prevista llegó, pero sólo en forma
de finas gotas al comienzo de la carrera,
insuficiente para que los pilotos colocaran
ya de inicio los neumáticos intermedios de lluvia.
Todo podía cambiar minutos después, pues el
pronóstico decía que iba a crecer la
intensidad de la precipitación.
Alonso realizó unos espectaculares primeros
metros, superando a Webber y Vettel.
El accidente de Vitantonio Liuzzi, Kamui
Kobayashi y Sebastien Buemi obligó a la
salida del coche de seguridad.
Los monoplazas se alinearon y casi todos
entraron a cambiar neumáticos y poner ya
las gomas intermedias.
Entre los que siguieron en pista apostando
por los "slicks" estuvieron Button y Rosberg,
que sólo pasaron por boxes en dos ocasiones,
una e incluso dos menos que muchos de sus
rivales.
La salida de Alonso estaba bajo investigación
por haberse adelantado unas décimas de segundo
antes de que los semáforos se apagaran.
Apenas se había competido y la grilla definida
el sábado se había agitado y era ya irreconocible.
Vettel, por ejemplo, el "poleman", estaba en el puesto 14.
A Alonso se le sancionó luego con un paso
por boxes por la irregularidad del arranque.
A falta de competición en carrera, Hamilton y
Vettel se adelantaron en la calle de boxes
y su duelo se saldó con una advertencia
después de la carrera.
Rosberg, Button y el polaco de Renault
Robert Kubica lideraban sin haber parado y
confiando en los neumáticos de seco del inicio.
Vettel y la mayoría de favoritos al título se
habían precipitado y llevaban ya dos cambios
de gomas: de seco a intermedio y de nuevo a
seco, el de mejor rendimiento ante el goteo
del cielo de Shanghai.
El español Pedro de la Rosa rompió
de nuevo el motor de su Sauber cuando
era cuarto en la novena vuelta. Sólo ha
podido acabar un Gran Premio.
Tranquilizada la carrera, empezaron
los duelos coche a coche, piloto a piloto,
como el de Hamilton, que volaba en ese
instante, superando al Mercedes de Michael
Schumacher por la quinta plaza.
El "Kaiser" de 41 años se enfrentó
luego a Vettel, de 22, en duelo
generacional entre alemanes.
El pasado contra el futuro (y el presente).
El Mercedes de Schumacher tuvo que claudicar
ante McLaren y Red Bull. Finalmente acabó décimo.
Lo mismo le pasó a Rosberg, que con
las gomas de inicio deterioradas se
salió y facilitó que el McLaren de
Button se pusiera en cabeza. Alonso
adelantó a su compañero, el brasileño
Felipe Massa, en una entrada de los
boxes y ya luchaba por arañar puntos.
El brasileño, líder del campeonato
hasta hoy, fue noveno y queda a 19 puntos de Button.
Poco duró la tranquilidad. Todos miraban
al cielo y empezó a llover en la vuelta 38.
Otra vez a cambiar neumáticos y poner los
intermedios. El "safety car" entró de
nuevo en la vuelta 22 por las piezas
sueltas en la pista del alerón delantero
del Toro Rosso del español Jaime
Alguersuari, decimotercero en la línea de meta.
Con todos en fila, empezaba una nueva
carrera cuando apenas se había llegado
al ecuador de las 56 vueltas al circuito
de Shanghai. Hamilton, con sus arriesgadas
maniobras, se situó tercero detrás de
Button y Rosberg, y Alonso, muy favorecido
por el coche de seguridad, era sexto por
delante de Vettel en un duelo con sabor
a pelea por título.
Tras un nuevo y en principio último paso
por boxes a cambiar neumáticos llegó de nuevo
la calma. Quedaban 15 vueltas y Button mandaba
por delante de Hamilton, que superó a Rosberg,
y de Alonso, Kubica y Vettel.
Así se mantuvieron ya hasta el final pese
a los problemas de muchos por la
degradación de las gomas.
Button ganó con una actuación suave, fina,
casi limpia, sin incidentes ni saltos de
posiciones, un milagro en un Gran Premio loco
que sitúa al británico como terminó el año
pasado: en el primer puesto de la clasificación.

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